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Lo que nunca te escribí y que inventé hoy…

Lo que nunca te escribí y que inventé hoy…

Texto: chiq 

Cómo quisiera pintarte. Recordarte. Amarte. Tenerte. Mirarte a los ojos sin decir una sola palabra, diciéndolo todo sólo con la mirada. Y pintarte, recordarte, amarte y tenerte. Y después de todo aquello, utilizar tu piel como mi cuaderno, y escribir sobre ti. Inventar historias y narrártelas mientras las escribo, y pintarte, recordarte, amarte y tenerte. Y disfrutar el tiempo que pasemos juntos. Mucho, poco, no importa cuánto. Sólo disfrutarlo, porque eso —créeme— es lo más lindo que puede haber: tenerte, amarte, pintarte para, así, luego recordarte. ¿Cuántos recuerdos me regalarás? ¿Cuántas palabras harás que invente? Las quiero todas, incluso aquellas que ni siquiera han pasado por mi mente. Incluso esas, las que no se dicen, las que se piensan, las que se sienten, las que se desean... Todas y las demás, esas son las que quiero para ti.

 

Déjame ser la pluma. Deja que tu cuerpo se convierta en mi libro de apuntes. Atestigüemos el surgimiento de un nuevo cuento, del que tú y yo formemos parte importante. Yo continuaré escribiendo, para hacerlo entretenido, y no llegar nunca al final. Sólo seguir escribiendo, y mientras lo hago, continuar construyendo una vida a tu lado. Déjame ser el aire, la tierra y el agua. Quiero escapar de tu boca cada vez que suspiras, tocar tus pies mientras caminas y empaparte toda, completa. Déjame hacerlo sólo una vez. Deja que mi sueño se convierta en una realidad distinta, distinta del sueño, en una realidad en la que pueda tocarte, olerte y sentirte.

 

He soñado tanto. En todos mis sueños apareces tú. Tú, que todo lo ocupas, todo lo ocupas tú. Tú, es a ti a quien le hablo, a quien le escribo. ¿No te das cuenta? Necesito vaciar mis ideas para llenarme de recuerdos. Tú, tus ojos, tus manos y tus silencios son mi alimento. Déjame llenarme de ellos. Déjame llenarme de ti. Permite que las palabras salgan solas, que mis manos escriban, que mi voz te cubra. No puedo callar. No en esta vida. No más. Es tiempo de que lo sepas. Estoy vuelto un loco, el espejo me lo dice todos los días. Pero algo cambiaré del mundo. El aire jamás será igual después de haber pasado por mi cuerpo. Todos, tarde o temprano, me respirarán y, entonces, el mundo habrá cambiado un poquito. Quiero que tú seas parte de ese cambio. De ese granito de arena que todos estamos destinados a aportar. Deja que el aire que escapa de mi boca entre a ti, para que se haga más dulce y ligero. Quiero escribir todo lo que pienso. Aunque me lleve la vida entera hacerlo. Aunque se trate siempre del mismo cuento y de un mismo final. Contaré la misma historia de diferentes maneras, siempre contigo como personaje principal. Yo, yo seré el cuento completo. Desde el principio y hasta el final. Seré los puntos y las comas, los acentos y las faltas de ortografía. Soy parte de todas las plumas que he secado, que me he terminado escribiendo. Llevo parte de ellas en mí: los momentos que pasaron escondidas en la bolsa trasera de mi pantalón; escondidas mientras yo besaba; escondidas, allá aventadas junto con el pantalón mientras yo hacía el amor; escondidas, mirando a hurtadillas mientras yo cocinaba algún cuento, un pastel o un adiós. Esas plumas, que de tantas cosas han sido testigos. Esas plumas que ahora son plásticos inservibles, dejaron huellas en mí. Y quedan tantos lugares huecos, esperando nuevas huellas y hasta cicatrices. Tú te has convertido en una de ellas. En una huella, en la cicatriz más grande que lleve siempre. Y todo el mundo podrá verla, no pienso esconderla. Y me preguntarán sobre su origen, y yo sólo contestaré con una sonrisa, como esas que tantas veces me regalaste.

 

¿Podrán alguna vez volverte a tocar mis palabras? ¿Podré volver a tener el valor de firmar una historia? ¿Cómo atravesar ese escudo que ahora portas? No pienso hacerlo, sólo me lo preguntaba. Sólo pretendía saber si habría manera de hacerlo. Deja las preguntas al aire, al frío del invierno. Déjalas que se sequen como la carne, como mi corazón alguna vez lo hizo. No me contestes, no me preguntes. Sólo lee. Sólo escucha. La vida me tiene aún preparadas tantas cosas. Tantas cosas por descubrir, tantos cuerpos por desnudar, tantas frases por recordar, e historias por escribir. Quisiera ser pintor o músico. Y dejar de hacer estas tonterías para hacer otras diferentes. Pintar cuadros de azul y de atardeceres. Y retratos de esos que no se parecen al modelo. Y escribir canciones con ritmos variados, tal vez con un poco de swing, o con un beat distinto. Quiero estirarme. Dormir tranquilo. Y terminar todo aquello que empecé. Dejar de hacer círculos y comenzar a hacer espirales. Y avanzar. Recorreré el mundo próximamente, dejando en cada lugar mis suspiros, para así lograr más rápido ese cambio del que tanto hablo. Pronto, muy pronto te darás cuenta de ello. Y llegará el día en que respires y notes algo diferente en el aire. Sabrás que soy yo. Me habrás respirado. Entonces, sólo hasta entonces, volveré a ser parte de ti.

 


 

 

1 comentario

*Dany Mazzei* -

Excelente... ME ENCANTÓ!! Besos y sigue escribiendo asi... :)